Arte público y vergüenza ajena

Existen numerosos argumentos para disentir de las propuestas de Arte Público con que nos obsequia nuestro Excelentísimo Ayuntamiento. Habrá quien opine que gastar tiempo en hablar de ello - con la que está cayendo - no deja de ser una frivolidad, mas como no sólo de pan vive el hombre ( y de eso - del pan - ya se ocupan otros ), procedo a contaros.

En el año 2009, como todo el mundo sabe, se remodeló el parque de "La Fiesta del Árbol".De la magnitud y la importancia de la reforma da cuenta el hecho de que el espacio permaneció cerrado durante nueve meses, si mal no recuerdo. No comentaré por el momento ningún otro aspecto ni la oportunidad de las obras acometidas salvo este que os cuento.

Se ha erigido, pues de una erección se trata, a la derecha del paseo que transcurre paralelo a la Avda de los Toreros hasta el pie del depósito, un engendro que no me atrevo a calificar. Reemplazando a una humilde fuentecilla que allí había hecha con piedras, se ha pretendido replicar -con alma de fuente y a menor escala (menos mal) - ... el mismísimo depósito, que no distará del sitio mucho más de ciento cincuenta metros. No sigo. Ved las imágenes.

Me he sentido agredido, pateado, escupido, meado, insultado en fin. No alcanzo a comprender la opinión que puedan tener de nosotros nuestros políticos - y políticas - cuando se permiten el lujo de obsequiarnos con esa clase de regalos. ¿Por quién nos han tomado ? Reclamo que lo demuelan. Ipso facto.

Ya puestos a pedir y como no me van ha hacer caso, que hagan lo propio con los incomparables Molinos de la Feria, con su escolta de ripios, a ver si pudiéramos disfrutar de un panorama algo más despejado.

De arte público podemos seguir hablando.

Texto enviado por Sebastián Navalón